La jueza de Paz de Yerba Buena, Josefina Penna, no estaba obligada a excusarse en los juicios de Moviser SRL, empresa de sus ex cuñados, según el abogado Arnaldo Ahumada. “Estos funcionarios actúan sólo al efecto de las notificaciones que ordena el juez del proceso. Las posibilidades de inhibición son mínimas, sobre todo en el caso de una lega. Pero, más allá de eso, en los libros consta que Penna hizo los trámites en 24 horas hábiles, como debe ser: no favoreció a ninguna empresa”, expresó Ahumada respecto del segundo pedido de destitución articulado contra la jueza de Paz por parte del abogado Gustavo Morales.
Ahumada afirmó que Penna había cumplido en tiempo y en forma las diligencias debidas en los 16 juicios de Moviser SRL que citó el denunciante, y que iba a presentar las pruebas ante la comisión de Juicio Político de la Legislatura.“El ‘chico’ Morales carece del mínimo de seriedad. Hace acusaciones con ‘refritos’”, manifestó ayer el abogado de Penna en una conversación telefónica.
Morales había expresado que Penna estaba obligada a inhibirse en las actuaciones judiciales de Moviser SRL porque esta firma con domicilio en Yerba Buena pertenece a tres ex cuñados: los cónyuges Mariana Jiménez Montilla y José Maximiliano Wagner, y Máximo Jiménez Montilla. “Penna estaba casada con Marcos Jiménez Montilla”, precisó el denunciante (se trata del hijo del vocal del Tribunal Oral en lo Criminal Federal, Carlos Enrique Jiménez Montilla). Previamente, Morales había solicitado la destitución de la jueza de Paz por su participación en un enlace en Cafayate, Salta, vía el empleado Gonzalo Paz.